Antonio Sánchez recebeu prémio da Univ. Autónoma de Madrid
01 setembro 2010
Antonio Sánchez recebeu o "Prémio Extraordinario de Doutor" atribuído pela Universidade Autónoma de Madrid na área de Filosofia e Letras, do ano lectivo 2009-2010, com a sua tese de doutoramento, "La representación cartográfica en el siglo de oro de la cosmografía española: categorías epistémicas en la fabricación de modelos visuales", em Filosofia e com a orientação de Javier Moscoso Sarabia. Universidad Autónoma de Madrid, Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Lingüística, Lenguas Modernas, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (Madrid, 2010).
Resumo (em espanhol)
La conquista cartográfica del océano Atlántico y el Nuevo Mundo caracterizó la política científica de la Monarquía Universal en el siglo de oro de la cosmografía española. Los mapas fabricados por los servidores u oficiales del rey -ya fueran cosmográficos, hidrográficos o corográficos- poseían la capacidad de ofrecer dos de las categorías más valoradas por la política dinástica y patrimonial de los Habsburgo, en general, y el poder preeminente de Carlos V y Felipe II, en particular, a saber, la utilidad y la ostentación, el provecho y la reputación, el pragmatismo y la supremacía real, la soberanía territorial y el autoritarismo monárquico. En el seno de una república de súbditos regulada por las relaciones de clientelismo, mecenazgo y vasallaje, los Austrias españoles normativizaron y sistematizaron las ciencias empíricas como la cosmografía y la navegación uniendo la teoría con la práctica, la ciencia con la experiencia con el objetivo de hacer visible su gran imperio de ultramar. Las necesidades imperiales de control del espacio materializado en formas diversas de representación cartográfica propiciaron la conquista real y metafórica del mundo como imagen. Dada la afición humanista por la imitación y la obsesión de la Monarquía Hispánica por capturar el mundo con ‘pinturas’, la cultura visual cartográfica representaba el artefacto más atractivo para promover una política científica sustentada en los intereses de un estado patrimonial de procedencia bajo medieval.
Estas peculiaridades de la España del quinientos no hubieran sido posibles sin el redescubrimiento humanista de la cartografía ptolemaica y su adaptación a los nuevos descubrimientos, pues dio lugar a una serie de factores que encarnan el ideal cosmográfico de la Geographia de Ptolomeo. En primer lugar, las consecuencias diplomáticas que provocaron la ostentación principesca y la propaganda política en forma de mapas fueron determinantes en las relaciones de poder del mundo moderno. En segundo lugar, la institucionalización española de la cartografía, la creación de modelos oficiales de representación y la instauración de cargos científicos vinculados a la realización de mapas determinaron la estructura de un esquema científico global. En tercer lugar, la emergencia de una cartografía en prosa desplegada a través de numerosas obras prácticas no sólo disciplinó la experiencia de los pilotos, sino que también atenuó las diferencias entre los ‘hombres prácticos’ y los ‘hombres de ciencia’. Y en cuarto lugar, las pinturas de regiones ya descubiertas fueron utilizadas por la corona para disponer de un reconocimiento exhaustivo de los nuevos territorios. Desde una perspectiva global, los cosmógrafos de la península constituyen el epílogo a la pregunta ptolemaica por la representación del orbe en plano. El mundo hispano de la representación cartográfica puede analizarse desde la fabricación de cuatro formas de representación visual: los mapas cosmográficos o universales (mapamundis) y sus vínculos con otra forma de conocimiento como el arte pictórico en un contexto de corte; los mapas hidrográficos (cartas náuticas o de marear) en un entorno institucional como la Casa de la Contratación; la cartografía textual, en prosa o en lengua romance que ejemplifican los tratados y manuales de cosmografía y navegación; y los mapas corográficos o regionales (pinturas) de territorios indianos.